Cuento Psicología del Suicidio

Al devenir momentos enteros cubiertos por noches, conoció a una flor que su aroma lo embriagó y sumióse en sueño idílico tal, que ni Dios en su Trono Sempiterno y Todopoderoso entendería.

El concierto teatral de las nubes anidaron las musas de amor y la recámara de la luna llena fue alfombrada de estrellas. No se hizo esperar una estela de cometas, para nublar de todo tipo de joyas la lava que brotó de los confines de otros mundos jamás conocidos. El amor que nació allí fue único y exclusivo.

Ella leona y él escorpión unían sus cuerpos como volcán escondido en la plétora de los atardeceres o los mediodía.